Los microservicios son un enfoque arquitectónico y organizativo para el desarrollo de software donde el software está compuesto por pequeños servicios independientes que se comunican a través de API bien definidas. Los propietarios de estos servicios son equipos pequeños independientes.
Las arquitecturas de microservicios hacen que las aplicaciones sean más fáciles de escalar y más rápidas de desarrollar. Esto permite la innovación y acelera el tiempo de comercialización de las nuevas características.
AWS
Llevo unas semanas cavando un pozo. Un pozo de esos que cuanto más cavas, más te queda por cavar. Miras hacia arriba y ves que ya no puedes salir. Así que sigues cavando ilusionado porque ya tiene que quedar poco para la salida. Ese pozo empieza por Inteligencia y acaba por Artificial.
La teoría de los pozos es una de las muchas cosas locas que nos hemos inventando mi pareja y yo. Un pozo es un area del conocimiento, hobby o cualquier otra cosa en la que te sumerges en profundidad en el tema. El resto de gente vive en la superficie y es feliz con sus cosas mientras que tú, obsesionado con un tema en cuestión, profundizas y profundizas hasta hacerte un experto en el tema. En realidad, todo el mundo suele tener un pozo, incluso varios. Mi pareja tiene galerías enteras intercomunicadas que al mismísimo Durin hijo de Durin le harían los ojos chirivitas.
Pues bien, mi pozo actual es la puta IA. Está en todos lados. Levantas una piedra y una IA te pregunta que si genera nuevas piedritas por ti. La cosa es que mola. Y engancha. Como hay tantas opciones y tengo la maldición de la curiosidad, estoy probando cosas nuevas para ver cómo aplicarlo en algún proyectillo. ¿Necesidad? Ninguna.
Como ya he escrito otras veces, solemos tener (yo el primero) un afán por producir que no es sano ni sostenible. Ahora encima, nos han puesto un caramelito delante, que trabaja por nosotros y que no hace falta pagarle en muchos casos. Lo que antes llevaba mucho trabajo realizar o incluso tenía que delegar en otra persona, ahora tienes un agente que lo hace por ti. Por eso, cada vez que tengo que hacer una tarea que no me gusta, como por ejemplo difundir estos posts por Linkedin, mi cabeza va loca buscando opciones para automatizar todo el proceso.
Este es mi pozo actual, el que estoy cavando activamente todos los días en mis ratos libres. Veo muchas opciones para reducir el tiempo que invierto en tareas que no me gustan y poder centrarme en las importantes. Por eso aunque hay mil y un posts analizando las herramientas del mercado, me voy a lanzar a escribir sobre ellas y cuándo pueden ser útiles. Sin saber que me iba a meter tan a fondo, ya empecé a escribir sobre esto en este post que te recomiendo que eches un ojo.
Tener pozos en sí no es malo, pienso que incluso es lo deseable porque te permite profundizar en los temas y aprovecharlo al máximo. Sin embargo, estos días no dejo de tener una sensación rara de estar haciendo algo malo. Como sabemos, las IAs consumen muchos recursos y tanto yo, como mucha otra gente, las estamos usando sólo para probar y ver qué tal. Por otro lado, pensar sólo en esto me está tirando de la vena productiva de la que tanto me quiero salir.
Hay salida. Los pozos tienen un final. Un final en el que picas y se abre un espacio abierto en el que te sientes cómodo y te puedes quedar a vivir. Pero también tienen otro final en el que simplemente te cansas, dejas tu pozo como está, coges la escalera que te lanzan desde arriba y vuelves a buscar otro sitio donde cavar. Veremos donde acaba la pocerIA.
Nos vemos!